València celebra el primer año de Super·sonic con una exposición que explora la historia social de la creación sonora

diciembre 16, 2024
  • Las Naves alberga ‘Super·Sonic, colección Francisco López de música experimental y audioarte’ uno de los mayores archivos del mundo
  • Promovida por el laboratorio sonoro Sono·lab de València Innovation Capital, la exposición se podrá visitar hasta el 30 de enero de 2025
  • València refuerza su posición como hub de innovación a través de iniciativas como Super·sonic, que conectan arte, tecnología y sociedad

 

València Innovation Capital y el laboratorio Sono·lab, en el marco del compromiso del Ayuntamiento con la innovación cultural y tecnológica, han presentado la exposición ‘Super·sonic: un recurso para la historia social de la creación sonora’. Este evento celebra el primer aniversario en València de ‘Super·sonic, colección Francisco López de música experimental y audio-arte’, y pone en valor un archivo de referencia mundial dedicado a la exploración sonora y sus implicaciones sociales, culturales y tecnológicas.

La exposición, que acoge el edificio municipal de Las Naves (Joan Verdeguer, 16), se configura como un homenaje a la creación sonora entendida desde una perspectiva social y cultural. La muestra propone un recorrido por la colección Super·sonic, que cuenta con más de 10.000 obras de artistas de todo el mundo y 50.000 registros de audio distribuidos en unas 8.000 publicaciones físicas.

“Super·sonic es un archivo único el mundo y desde el Ayuntamiento queremos ponerlo en valor. El objetivo es que esta exposición trascienda el concepto de una simple presentación artística, queremos que sea un espacio para la reflexión, la inspiración y el diálogo, una invitación a descubrir cómo el sonido puede narrar historias sociales y conectar a las personas”, destaca Paula Llobet, concejala de Turismo, Innovación y Captación de Inversiones del Ayuntamiento de València. “Desde València Innovation Capital apostamos por proyectos que fusionan arte, tecnología y transformación social, y Super·sonic es el mejor ejemplo de cómo la creatividad puede convertirse en motor de innovación cultural”.

El público podrá disfrutar de fondos exclusivos de la colección, como formatos de audio físicos, publicaciones y material audiovisual que permiten explorar la riqueza y diversidad del audio experimental. Además, contará con dos instalaciones sonoras interactivas que muestran la transversalidad de las artes sónicas. BSM / MTHC bionic sound machine / more than human composer, una pieza de simbiosis sonora del artista y desarrollador Óscar Martín, que explora la relación simbiótica entre un hongo mucilaginoso y una pseudo-IA. Este sistema genera sonido mediante algoritmos genéticos, fomentando una retroalimentación entre el comportamiento del hongo y las composiciones sonoras, llevando a una evolución conjunta. Y A droning pest of droning pseudoinsects, una instalación interactiva de exploración en tiempo real en la que el público podrá manipular composiciones en vinilo del propio Francisco López mediante giradiscos y mesas de mezcla. Esta experiencia reinterpreta los principios de la ‘musique concrète’ desde una perspectiva contemporánea.

Según Francisco López, esta colección no responde al concepto tradicional de coleccionismo, sino que se define como “la colección de un no coleccionista”. Es el fruto de décadas de intercambios directos con miles de artistas, especialmente en los tiempos predigitales, cuando la práctica sonora underground se convirtió en un fenómeno global. Este archivo único busca tener un uso público con fines culturales, ofreciendo recursos para consulta, investigación, exposición y la generación de nuevas creaciones sonoras.

La exposición pone en el centro de la conversación la historia social de la creación sonora, un ámbito que hasta ahora ha estado relegado a un segundo plano. A través de este enfoque, Super·sonic busca destacar procesos colectivos, mecanismos de intercambio y las dinámicas subterráneas que han dado forma a la escena del audio experimental a nivel mundial. La muestra se enmarca en la estrategia del Ayuntamiento de València para consolidar a la ciudad como hub de innovación tecnológica de referencia del Mediterráneo.

Este fenómeno se remonta a los años 80, en plena cristalización del espíritu contracultural de las décadas anteriores. La socialización masiva de herramientas como las fotocopiadoras, cintas de casete, sintetizadores o los estudios caseros marcó el inicio de una práctica creativa que escapaba a los circuitos comerciales y académicos tradicionales. Desde entonces, el DIY (hazlo tú mismo) y el espíritu pospunk han sido fundamentales para la expansión de este movimiento, dando lugar a microcomunidades dispersas pero profundamente conectadas.

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